domingo, 29 de mayo de 2011

El ciclo ganadero y el reajuste de precios

La actividad ganadera es de comportamiento cíclico de sus variables características: los inventarios de ganado, su beneficio a matadero, la producción y oferta de carne, y los precios. El ciclo ganadero resulta por los cambios de decisión de los ganaderos en respuesta a la rentabilidad. Así las fluctuaciones de los  precios del ganado en relación con los costos, inducen la toma de decisiones de negocio que impactan la oferta de ganado y carne al mercado. Las decisiones de venta y liquidación de ganado, o de cría y retención de sus animales, reducen o aumentan los inventarios de ganado y tienen efectos futuros, tal como las decisiones de ayer causan la situación actual del mercado nacional de ganado y carne.

Además el ciclo ganadero es afectado por el carácter biológico de la actividad, requiriendo tiempo para la reproducción, crecimiento y desarrollo del ganado, Desde que se decide invertir y aparear las vacas,  hasta que se preñan, gestan y nacen los becerros.  De allí siguiendo el destete, los mautes se levantan y una vez convertidos en toretes o novillos, se engordan hasta el peso final de beneficio. No menos de tres años se requieren.

Por eso la conveniencia  en Venezuela del reajuste del control de precios del ganado que desde agosto 2008 dura ya 34 meses seguidos.  Tras motivar fuertemente la desinversión y liquidación de vientres, la menor  producción y oferta interna de carne resultante presiona al alza los precios corrientes sobre los de regulación.  Por tanto el reajuste de precios debe proceder para que el ciclo ganadero cambie a fase de cría y retención de vientres. Esto resultará a mediano plazo en mayores inventarios de ganado, mayor oferta de carne nacional, y menor presión alcista de los precios. La solución al déficit cárnico de Venezuela equivalente a 1.200.000 toros gordos anuales es producirlos no importarlos.

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