De los negocios que enfrentan riesgos, los agrícolas son los que más. El clima y la naturaleza biológica de la cría y los cultivos, así lo determinan. Por eso la producción, oferta y demanda mundial de las denominadas commodities agrícolas que conforman los principales rubros agrícolas transables, varían constantemente y también sus precios.
Así día a día y hora a hora, son múltiples e incontrolables los factores que influyen sobre los precios de las commodities agrícolas. De allí que las bolsas y mercados operan a libre y oferta y demanda, bajo rigurosas normas de funcionamiento, ética y conducta de negocios, realizándose millones de transacciones de commodities agrícolas cada día en el mundo entero. Como resultado, las cotizaciones influyen el comportamiento de la oferta y la demanda mundial, como los precios regionales y nacionales en los diferentes países.
Mientras en los países con precios controlados como Venezuela, sin libertad de mercado, y con los productos agrícolas importados fuertemente subsidiados, la espalda a la realidad del mercado global resulta más costosa para los presupuestos públicos incluyendo la fuga de divisas por las importaciones, y son de consecuencias negativas a la producción y oferta interna.
La pérdida de competitividad de la producción nacional termina mermándola y la distorsión del mercado interno concluye en más inflación, escasez, acaparamiento y especulación evidenciando la necesidad de poner fin al fracasado control de precios. Ciertamente las bolsas y mercados agrícolas son absolutamente necesarias para el mejor funcionamiento de la economía agrícola de todos los países. Venezuela no es la excepción.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario