lunes, 12 de septiembre de 2011

Ganaderos colombianos mirando el bosque y no las ramas

ganadolarwebSin pérdida la Página del Ganadero que publicó la Federación Colombiana de Ganaderos – Fedegan, ayer domingo 11 de septiembre de 2011 en Bucaramanga.  Sobre el control a las exportaciones de ganado en pie hacia Venezuela, las declaraciones de José Felix Lafaurie, Presidente Ejecutivo de Fedegan, son de lo más ilustrativas y de obligada lectura aquí también en Venezuela.  Leamos:

“Hace más de un año, justamente al comienzo del Gobierno, a propósito de las aproximaciones que tuvo el Presidente Santos con el Presidente Chávez en las que le advertía las dificultades por las cuales atravesó la ganadería por el manejo indiscriminado y, en mi opinión en algunos casos irregular, de las exportaciones hacia Venezuela, obligaba a implantar controles de carácter administrativo. Solo de esa manera el país podría tener una oferta interna válida para manejar unos
precios al consumidor final que permitieran que el consumo interno creciera, como en efecto creció, y al mismo tiempo protegiera el hato y la seguridad alimentaria de los colombianos.

El contexto era muy claro. El boom de las exportaciones hacia Venezuela generó un desbordado optimismo cuyas consecuencias fueron oportunamente advertidas por Fedegán. En efecto, las alegrías del corto plazo se convertirían en un largo
llanto que todavía estamos lamentando: Colombia perdió 4 kilos en el consumo interno, se elevaron de una manera absolutamente absurda los costos de producción y al mismo tiempo, se perdió un 30% de ingreso de los productores que vendían ganado para sacrificio.

La responsabilidad del Presidente de Fedegán, tal como se hizo con los diferentes TLC negociados por el Gobierno, fue la de mirar el bosque y no las ramas, bajo el criterio de qué pasaría en el largo plazo. Se advirtió, también oportunamente, sobre la distorsión de los precios inducida por un negocio especulativo al amparo del control de cambios impuestos por el Gobierno venezolano. Se sabe, por ejemplo, de comercializadores de ropa interior que terminaron con licencia de importación de Cadivi para productos cárnicos y animales en pie. Esos exportadores, que muchas veces hicieron ventas irregulares, son los que hoy en día están afectando la posibilidad de volver abrir ese mercado.

Hoy esos factores distorsionantes siguen vigentes: el cambio del dólar oficial es de 4,30 bolívares y el de mercado libre de 10. Existe, por consiguiente, un incentivo, de más del doble por tipo de cambio, que genera distorsiones de toda clase en el comercio.”

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