jueves, 19 de junio de 2008

Sin tierras

“Sin tierras ni ganado ¿qué carne comeremos?” preguntamos a manera de reflexión pública con respecto a las consecuencias directas del terror agrario que continúa aplicándose contra nuestros ganaderos desde la puesta en vigencia del inconsulto decreto Ley de Tierras el 13 de noviembre de 2001 y su modificación del 18 de mayo de 2005.

De un solo plumazo fue derogado el marco legal agrario existente de Ley de Reforma Agraria del 5 de marzo de 1960, su Reglamento de de 1967, el Reglamento sobre Regularización de la Tenencia de Tierras, de 1979, la Ley Orgánica de Tribunales y Procedimientos Agrarios, de 1982. Desde entonces el Instituto Nacional de Tierras – INTI es el administrador del terror agrario oficial dirigido contra los propietarios de tierras y fincas privadas.

Ignorando en 2001 a los 28 millones de venezolanos que alimentar en 2008 y los 30 millones en 2013, se priorizó el conuco, los chiqueros de traspatio, los gallineros verticales y los huertos organopónicos. Esto mientras se invadían y expropiaban los hatos llaneros de cría en cuyas extensas sabanas se produce el ganado más económicamente siendo la fuente tradicional de los mautes para el levante y el engorde.

Así el país confronta hoy un déficit de 200.000 toneladas anuales de carne que son 800.000 toros gordos anuales. El irrespeto a la propiedad privada, los secuestros, la extorsión y asesinatos de ganaderos, el abigeato, el descontrol sanitario, repercuten negativamente junto a la regulación de precios del ganado en pie, la carne, el queso y la leche, con excepción del cuero que lo controlan los mataderos. Por eso no hay ni habrá ganado ni carne en Venezuela hasta que cesen el terror agrario oficial, la inseguridad y los controles. Y es que sin tierras ni ganado nunca habrá carne segura. Tampoco votos para el Gobierno de gente pasando hambruna.
Ref. Pedro E. Piñate B. Sin tierras ni ganado. El Universal. Caracas, 19 de Junio de 2008. Opinión.

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