Inaceptable dependencia cárnica de Venezuela en Brasil

En 2010 compró Venezuela a Brasil bienes por US$ 3.853,9 millones y Brasil a Venezuela apenas US$ 832,5 millones, siendo el saldo comercial negativo para Venezuela en US$ 3.021,3 millones. Las compras agrícolas de Venezuela a Brasil fueron liderizadas por el ganado en pie para matadero comprándose 602.523 toros gordos de 500 kg en pie por US$ 601 millones FOB.  En segundo lugar correspondió al azúcar crudo con compras de 781.884 TM por US$ 391,8 millones a 501,19 US$/TM FOB.  En tercer lugar la carne deshuesada congelada con 38.972 toneladas por US$ 180,3 millones a 4.627 US$/TM FOB.

Como dato de interés  los precios pagados en 2010 y las compras a Brasil de enero a abril 2011de ganado gordo, pasaron de costar 1,99 a 2,16 US$/kg en pie FOB (+8,5%)  y las de carne despostada congelada de 4.405,40 a 5.233,34 US$/TM FOB (+18,7%). Además como consecuencia de la devaluación cambiaria del 1ro de enero de 2011 cuando el tipo de cambio Cadivi pasó de 2,60 a 4,30 BsF/US$ (+65.38%) todas las importaciones agrícolas de Venezuela se encarecieron, con la notable excepción del ganado en pie y la carne deshuesada congelada del Brasil que hasta mayo 2011 se mantuvieron subsidiadas al cambio de  2,60 BsF, mediante extraño y oscuro negociado Gobierno-Importadores, prolongando el control de precios del ganado y la carne que dura desde agosto 2008 aniquilando la ganadería y nuestros ganaderos.

Así de enero a abril de 2011 los importadores de ganado de Brasil se beneficiaron con US$ 110,9 millones subsidiados de Cadivi a 2,60 BsF/US$ para importar el equivalente de 102.853 toros gordos de 500 kg en pie, unos 25.713 mensuales. Mientras las compras de carne deshuesada congelada a Brasil totalizaron 20.116 TM por US$ 105,3 millones.

Como vemos el negocio de las importaciones de ganado y carne desde Brasil es uno de grandes montos e intereses económicos. Tantos que a los matarifes y demás importadores del ramo, como a los altos funcionarios del gobierno que los licencian y subsidian a dedo, no les importa que se acabe nuestra ganadería porque así importan y ganan más.  Por eso es inaceptable la dependencia cárnica del Venezuela en Brasil.