Desde Texas, se refiere la sequía que sufre como la tercera peor que afecta al gran estado ganadero de los E.U.A., de acuerdo al índice de severidad climática que incluye registros desde 1895, y las más severas sequías las de 1918 y 1956. Los cultivos de maíz, sorgo, trigo, algodón, y otros, afrontan grandes pérdidas mientras la ganadería se ve forzada a reducir sus inventarios, por la falta de pastos y el mayor costos de la alimentación con heno cuya producción estadal está comprometida. En términos económicos las pérdidas del sector ganadero en Texas rondan ya los US$ 1.200 millones desde noviembre 2010 a mayo 2011, lo que podría aumentar por la liquidación de rebaños y pérdidas de cultivos. Con 5 millones de vacas de cría dedicadas a la producción de carne y un inventario total de 14 millones de cabezas de ganado, la sequía adelantó el inicio de la suplementación con heno lo que aumenta los gastos y costos directos.
Al martes 7 de junio, el Monitor de Sequía de los E.U.A. indica 100 % del estado de Texas en condición anormalmente seca y 82% clasificado como sequía extrema y excepcional, de ocurrencia una vez en 50 años. Así por ejemplo, en el período de Marzo a Mayo, San Antonio de Texas reportó solo 0.88 pulgadas de lluvias (22,3 mm), el segundo período más seco desde 1885, con el primero registrado en 1961, cuando solo 0.52 pulgadas de lluvias (13,2 mm) cayeron.
Ciertamente el cambio climático es una realidad global. Ganaderos y agricultores en todas partes del mundo deben estar atentos y prevenidos.
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