En sus Reflexiones, la Gaceta Ganadera que dirige el colega y amigo Jorge Ordoñez, asegura que “En contra de la opinión de todos los gremios e integrantes del circuito cárnico, los técnicos en el sector oficial no pudieron con la decisión impuesta desde arriba”. Por “desde arriba” se entenderá el alto gobierno que ahora se despacha y dirige a control remoto desde La Habana. Y siendo así debe entenderse como la Resolución de nuevos precios máximos del ganado en pie, la carne en canal y por cortes, vino a ser publicada sin ton ni son, como cortina de humo a la tragedia carcelaria. Ya el 1ro de junio o sea 16 días antes, se le adelantó a la prensa marabina oficialista que el aumento sería de 30%, a pesar de acordarse tácitamente – tenemos entendido, en mesa de diálogo no opinar públicamente hasta resolverse.
Para ese entonces el costo de producción actual del ganado en 13,50 BsF/kg en pie fue conocido y aceptado en la mesa. Resolver entonces ajustar el precio el ganado a 7,10 BsF/kg en pie resulta toda una espalda a la realidad luego de largos 34 meses de congelación a 5,50 BsF/kg. En este entorno, es un saludo a la bandera el aumento lineal resuelto de 29% a los precios de venta máximos de la carne en canal y los cortes de 1ra, 2da y 3ra. Así se reajustaron los precios pero por debajo de los precios corrientes que ya el mercado determinó burlando los controles y los controladores, o sea al gobierno. Como el gobierno ni fu ni fa lo que hizo fue un saludo a la bandera, el mercado aún después de la nueva regulación sigue inalterable en su propia escala de precios corrientes.
Sin embargo en el horizonte inmediato está por verse el impacto especulativo e inflacionario de los precios de la carne tras la cada mes menor oferta nacional de ganado y la dependencia más absoluta en importaciones de carne, que regulada barata no hay. El consumo de carne por la población va a sufrir un fuerte descenso aun manteniendo el circo y la demagogia con la venta de carne importada subsidiada en operativos pre-electorales. La carne y la política no juntan bien. La ganadería y el sector cárnico como un todo es uno muy importante para toda la nación, para estar sujeto casi por entero al interés político de éste u otro gobierno de turno.
Porque el mercado se impone y no siempre es amable, solo comerán carne: 1) los que puedan pagar los mayores precios en esas condiciones de mínima oferta y gran demanda que prevalecen, y 2) los que puedan hacer kilométricas colas en las pulperías y ferias proselitistas del gobierno. Ciertamente, el enorme error que significa a la ganadería y a los consumidores esta Resolución de precios que no resuelve, este nuevo control de precios que no controla, significa que el gobierno habría perdido, en el caso de la carne, el control que tanto persiguió.
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