domingo, 9 de mayo de 2010

La carne y la política

Por su excelente y oportuno análisis con sugerencias sobre el problema de la carne que ocupa actualmente el panorama agroalimentario de todos los venezolanos, publicamos este artículo por el profesor Juan Troconiz, ex- Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UCV, investigador experto en reproducción animal e inseminación artificial de ganado bovino, cuya lectura muy en especial recomendamos a los señores ministros de Agricultura, Alimentación y Comercio, esperando los ayude a solucionar el problema que la prolongada congelación de precios del ganado y la carne, como las excesivas importaciones subsidiadas de ganado y carne, han causado. Leamos:
En estos días la carne de bovino ha ocupado sitial de alta jerarquía en el panorama agroalimentario nacional y ha opacado otras realidades como la escasez de productos de consumo masivo y la desbocada inflación en alimentos que supera a la de años anteriores.
La ausencia de conocimientos y criterios para analizar, evaluar y aplicar soluciones es el denominador común en los funcionarios del gobierno. Cuando partimos de análisis y diagnósticos errados las soluciones serán igualmente equivocadas y eso es precisamente lo que ocurre en agricultura en general y que hoy se expresa en materia de la carne así como ayer fue la leche y mañana volverá el azúcar, el maíz, las oleaginosas y así sucesivamente para todos los rubros.

Instancias del gobierno deciden que la solución es poner presos a los carniceros, después otra instancia, con inspiración parecida, señala que ellos no tienen la culpa pues los responsables son los grandes intermediarios a quienes habrá que expropiar. No extrañe que a los desafueros ocurridos se agregue esta acción declarada recientemente y que logre impactar negativamente la cadena de comercialización e introducir una nueva distorsión en el funcionamiento de la red social que permite el abastecimiento de este producto.
Mientras se insista en que el culpable es el modelo de producción y desarrollo agrícola nacional, basado en la existencia de un tejido social empresarial, que por cierto ha sido producto del modelo de crecimiento de la Venezuela petrolera y que aún no desaparece, ni desaparecerá tal cual se desprende de la conducta oficial, seguirán intentando destruir lo existente sin tener acierto en la promoción de modelos alternativos tal como lo evidencia los resultados de 10 años de ensayos y errores.

Convoquen a representantes de los eslabones de la cadena, evalúen la estructura de costos de cada eslabón, establezcan criterios razonables para el beneficio comercial para cada eslabón y concerten los precios para cada sector. Acuerden mecanismos de evaluación y seguimiento y definan verdaderas políticas para el estímulo de la agro producción nacional restringiendo la importadera, haciendo uso estratégico de ella ante escasez por razones agroclimáticas.
Nos permitimos expresar que no podemos ver fantasmas asociados a las elecciones a la asamblea nacional o al acontecer político general sin antes considerar la existencia de una alta inflación producto de las políticas macroeconómicas, reducción de la producción nacional asociada a la inseguridad jurídica de bienes, servicios y personas en el campo, escasez estacional agravada por deterioro de las vinculaciones comerciales con Colombia, fracaso de modelos alternativos de producción y a la intervención de los sectores de la comercialización y de la agroindustria con resultados contrarios a los intereses nacionales.
El país dispone de instituciones y profesionales que han dedicado esfuerzos y tiempo al estudio y generación de conocimientos sobre el sector en general y del problema de la carne en particular. ¿Será posible consultarlos?

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